Autenticidad en el Trabajo: Adiós Máscaras

¿Qué hay detrás de esa fachada?¿Por qué no somos los mismos en la casa que en el trabajo?¿Por qué nos escondemos tras distintas máscaras?

Los seres humanos adoptamos máscaras por diversas razones que están influenciadas por factores psicológicos, sociales y culturales. Aquí algunas de las razones más comunes:

Adaptación Social:

Las máscaras a menudo las usamos como una forma de adaptarnos y encajar en un entorno social o laboral específico. Las personas tendemos a ajustar nuestro comportamiento para ser aceptadas y evitar el rechazo.

Expectativas Sociales:

Las normas sociales y las expectativas culturales pueden ejercer presión para que nos comportemos de cierta manera. Las máscaras pueden ser una respuesta a estas expectativas externas, PERO van en contra de la autenticidad individual.

Miedo al Juicio:

El temor al juicio o a la crítica puede llevar a las personas a esconder aspectos de sí mismas que consideran inaceptables o que podrían ser malinterpretados. Las máscaras se convierten en una estrategia de autoprotección.

Preservación del Ego:

La necesidad de preservar la autoimagen positiva es una razón importante para adoptar máscaras. Las personas a menudo queremos presentar la mejor versión de nosotras mismas y evitar mostrar vulnerabilidades o debilidades.

Conformidad con Roles Laborales:

En el entorno laboral, las máscaras pueden surgir al adoptar roles específicos para cumplir con las expectativas de un puesto de trabajo o para ajustarse a la cultura organizacional.

Evitar Conflictos:

En algunas situaciones, las máscaras se utilizan como una estrategia para evitar conflictos. Las personas podemos optar por ocultar nuestros verdaderos sentimientos u opiniones para mantener la armonía en relaciones interpersonales.

Autoafirmación:

En algunos casos, las máscaras pueden ser una forma de proyectar una imagen más fuerte, competente o segura de sí misma. Esto puede ser impulsado por la necesidad de ser percibido de cierta manera por los demás.

Presión del Entorno:

Ambientes competitivos o situaciones de alta presión pueden generar la necesidad de adoptar máscaras para mostrar fortaleza y resistencia, incluso cuando internamente se sienta lo contrario.

Con esto que acabo de escribir no estoy justificando el uso de máscaras, mi intención es explicarte en primer lugar porque los seres humanos las usamos en nuestra vida diaria. Ahora bien, como ya eres consciente que tanto TU como los DEMÁS las EMPLEAMOS, ¿Qué podemos hacer para que esos personajes no terminen por convertirse en TU/NUESTRO VERDADERO YO?

La respuesta es simple: “Reconciliarnos con nuestras máscaras”

Esto implica encontrar formas de equilibrar las demandas del mundo laboral con la autenticidad personal, promoviendo así un entorno más genuino y saludable.

A esto le llamo el método CONCIENCIA – ALINEACIÓN – ACCIÓN

  1. Reconocer la máscara que domina nuestra existencia
  2. Preguntarse a si mismo: ¿necesito realmente esta máscara? ¿Qué consecuencias negativas está causando en mí y mi entorno emplear este personaje?
  3. Identificar valores compartidos con las demás personas. Cuando alineas tus acciones con los valores fundamentales de la organización, los tuyos los de tus colegas, puedes ser auténtico.
  4. Fomenta la comunicación honesta y abierta. Establecer un entorno donde se celebre la transparencia puede hacer que las personas se sientan más cómodas mostrando su auténtico yo.
  5. Aprende a establecer límites claros entre tu vida personal y profesional. Definir claramente cuándo estás en modo laboral y cuándo estás fuera puede ayudar a reducir la presión de adoptar máscaras constantemente.

¿Has tenido experiencias con máscaras en el trabajo; y cómo has manejado la autenticidad en tu entorno laboral?  Separa aquí tu sesión gratuita de coaching

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