“A quien tenga a la palabra como un arma será más fuerte, solo hay que saber cómo utilizarla” – Anónimo
Más que la oscuridad, las alturas… le tememos hablar en público. Quien lo imaginaria? Inofensivo, indoloro y cotidiano nos hace temblar, sudar, nuestros pensamientos se bloquean, las palabras se nos entrecortan…
1.- Cómo manejar la ansiedad:
Respiración diafragmática!. Hay que respirar tal y como lo hacemos dormidos. No debe levantarse nuestro pecho mientras llenamos nuestro cuerpo de aire, sino nuestro vientre. Respirar bien oxigena eficientemente el cerebro y mejora nuestra concentración.
2.- Afloja la mandíbula:
Para que tus palabras salgan bien articuladas de tu boca masca chile 15 minutos antes de tu presentación. Esto mejorará tu vocalización.
3.- Sonríe:
No a carcajadas! Pero sonríe de vez en cuando, porque transmites confianza y demuestras que estas gozando el momento.
4.- Plantéate un objetivo:
No más de uno. Que es lo que quieres que tu audiencia recuerde al final de tu presentación?. Este objetivo deberás reforzarlo al inicio, al intermedio y al final.
5.- Dominio del tema:
Prepárate bien. No hay nada más desagradable que escuchar hablar a alguien que no conoce del tema que está hablando. Se nota!
6.- Ordena las ideas:
Abre con algo impactante que cautive a tu audiencia: una historia, una cita célebre, etc., luego plantea antecedentes, luego desarrolla el contenido y concluye con un motivo fuerte que lleve a tu audiencia a la acción.
7.- No refutes, supera:
Si alguien no coincide con tu punto de vista, escúchalo, fundamenta tu respuesta y continúa. Las opiniones de los demás son importantes, siempre nos dan una pauta de cómo va nuestra presentación. Preocúpate si al final nadie dijo nada!; si esto ocurre lo más probable es que no te entendieron o no les interesó lo suficiente el tema para preguntar u opinar.
8.- Tu imagen también transmite un mensaje:
Impecable, si quieres parecer accesible y animar a la discusión usa colores claros cerca a tu rostro, no siempre el traje negro para hablar en público o dirigirte a tu equipo de trabajo ayuda. Puedes lucir distante, autoritario y como comunicativo.
9.- Mira al público a los ojos:
En grupos de hasta 50 personas es posible mirar a todos a los ojos en algún momento. Si el grupo supera el número, sitúa un individuo imaginario en cada esquina de varios subgrupos en los que dividas tu audiencia física o mentalmente. Todos tendrán la sensación de que los estás viendo.
10.- Un consejo final…
El deseo de prepararse, la voluntad de atreverse y la disciplina de practicar siempre te hará experto. Animo.